Entendemos la EDUCACIÓN como un proceso formativo dinámico, coherente y unificado, que posibilite al alumno/a el desarrollo integral y armónico de su personalidad; formación que, por lo dicho, desarrollaremos desde todas las áreas, tomando como referencia la concepción cristiana del hombre, de la vida y del mundo.

Por otra parte, la EDUCACIÓN, para nosotros/as, es un proceso de progresiva capacitación para que los alumnos/as, puedan realizar, desde su personalidad, una acción transformadora del mundo y de la sociedad, comprometiéndose con su trabajo y esfuerzo en la construcción de una realidad más justa y de unas relaciones interpersonales y universales más solidarias y fraternales, basadas en la verdad, la paz y el amor.

En resumen, nuestra propuesta educativa pretende promover el desarrollo del alumno en todas sus dimensiones: física, intelectual, afectiva/social y espiritual/trascendental; colaborando en dicho proceso para que sea agente de su propio desarrollo, alcance la madurez humana, opte libremente por la fe y se comprometa en la construcción de una sociedad más justa y fraternal.

Este proceso se lleva a cabo gracias a la implicación y colaboración de las Familias, claustro de Profesores, Dirección del centro, Titular y Personal de Administración y Servicios. 

Dentro de cada etapa, se configura un aprendizaje pleno para el alumno, en el que la figura del educador realiza las siguientes funciones:

  • Motiva y organiza el aprendizaje, desarrollando nuevos estilos pedagógicos y adaptándonos al grupo-clase.
  • Conoce profundamente a sus alumnos, y el contexto en el que se desarrollan, favoreciendo un acompañamiento a lo largo de su etapa educativa y una educación personalizada.
  • Implica al alumno para que sea responsable y autónomo a la hora de tomar de decisiones, convirtiéndolo en protagonista de su propio proceso de aprendizaje.
  • Facilita un aprendizaje cooperativo, en equipo, a través de proyectos y grupos de trabajo que estimulan la comunicación, la inclusión, el aprendizaje interdisciplinar y la ayuda mutua.
  • Favorece las relaciones con las familias para apoyar el proceso educativo del alumno y el acompañamiento a lo largo de su etapa educativa.  
  • Utiliza las nuevas tecnologías al servicio de los alumnos, como objetivo de motivación y aprendizaje de los diferentes contenidos. 
  • Se compromete con el desarrollo moral y ético de los alumnos, así como en la transmisión de los valores cristianos; afirmando la experiencia de fe cristiana y el crecimiento de la vida espiritual. 
  • Previene todo conflicto, adoptando las medidas correctoras oportunas, favoreciendo un  buen clima grupal de convivencia e integración de todos los miembros de la comunidad educativa.